Nicolás Casullo escribió la novela Orificio a comienzos de los ’90, en pleno auge menemista. En esa escena política desoladora, mientras Ricardo Piglia escribe La ciudad ausente y el guión de La sonámbula –película de Fernando Spiner–, Osvaldo Soriano aborda Una sombra ya pronto serás y José Pablo Feinmann la emprende con La astucia de la razón, Casullo escribe, en voz baja, sin aspavientos, Orificio. Fue, según él, un ejercicio estilístico para escapar de la escritura acaudalada, de oraciones prolongadas, de su novela anterior, El frutero de los ojos radiantes (Folios, 1984). Pero decide no publicarla, al parecer porque el final no lo convencía. Sospecho que había en esa novela una suerte de fantasma encerrado, un misterio violento e innombrable que le devolvía una imagen ardua, difícil de ubicar literariamente en el contexto nacional. Era la proyección de un Apocalipsis social en medio del silencio, que presagiaba como horizonte una demolición áspera


Por Gabriel Lerman


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https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/subnotas/4475-507-2011-11-13.html



Orificio de Nicolás Casullo

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Nicolás Casullo escribió la novela Orificio a comienzos de los ’90, en pleno auge menemista. En esa escena política desoladora, mientras Ricardo Piglia escribe La ciudad ausente y el guión de La sonámbula –película de Fernando Spiner–, Osvaldo Soriano aborda Una sombra ya pronto serás y José Pablo Feinmann la emprende con La astucia de la razón, Casullo escribe, en voz baja, sin aspavientos, Orificio. Fue, según él, un ejercicio estilístico para escapar de la escritura acaudalada, de oraciones prolongadas, de su novela anterior, El frutero de los ojos radiantes (Folios, 1984). Pero decide no publicarla, al parecer porque el final no lo convencía. Sospecho que había en esa novela una suerte de fantasma encerrado, un misterio violento e innombrable que le devolvía una imagen ardua, difícil de ubicar literariamente en el contexto nacional. Era la proyección de un Apocalipsis social en medio del silencio, que presagiaba como horizonte una demolición áspera


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